Todos hemos visto alguna vez el corcho natural de las botellas de vino. Este elemento cumple una función primordial para la buena conservación y mantenimiento del vino en el vidrio. En el presente post nos acercamos a su relevancia y sus tipos.

La importancia del corcho

Cuando se pone en marcha la elaboración de un vino se tienen en cuenta muchos factores. Algunos de estos son la variedad de uva que se cosecha, las condiciones climatológicas a las que se enfrenta la misma o el tiempo que se deja en la barrica. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta el tipo de corcho que se emplea en la botella.

La calidad del corcho utilizado es muy importante para garantizar la óptima conservación del vino que se contiene en la botella. Un buen vino acompañado de un mal corcho puede envejecer más rápido de lo debido o, incluso, cambiar de sabor o de olor, lo que lo convertiría en un vino totalmente distinto al deseado por la bodega. Por ello, la elección del tapón y, sobre todo, del material en que se fabrica es vital para garantizar un buen vino.

Este elemento es vital en la botella, puesto que favorece también la evolución y el cambio de las moléculas de aroma y sabor.

 

Tipos de corcho

  • Tradicionalmente, el material utilizado para la elaboración de este tipo de tapones era el corcho natural. Sin embargo, hoy en día, y a pesar de la importancia del corcho natural, las bodegas utilizan una gran variedad de materiales para su fabricación.
    • Naturales: estos se fabrican con una sola pieza de alcornoque. Son impermeables a los líquidos y gases a la vez que aíslan el contenido de la botella del exterior
    • Sintéticos: están hechos de distintos tipo de polímeros sintéticos. El interior es de un material termoplástico que tiene cualidades elásticas, lo que permite amoldarse pero manteniendo su forma, como un corcho natural. La capa exterior está hecha de un plástico sólido que se dobla fácilmente.
    • El corcho aglomerado se fabrica a través de trocitos de muchos tipos de corcho que sobran de los naturales. Se adhieren a través de productos artificiales cuya adecuación al alimento ha sido probada por la industria.
    • Más allá de los anteriormente vistos, existe una gran variedad de corchos adicionales: vinolok, sintéticos, cabezudos, multipiezas o colmatados, entre otros.

    Todo esto y mucho más convierte al tapón de corcho en uno de los aliados fundamentales del buen vino. El corcho natural se sitúa como el que, con mayor frecuencia, se utiliza por parte de las buenas bodegas debido a las propiedades que contiene y la buena conservación que proporciona al vino.